Un puñetazo bien dado puede mandarte al suelo. Puede dejarte dormido. Normalmente esto se ve en las calles cuando se trata de un enfrentamiento entre dos personas, o en algún deporte de contacto. Ninguno de nosotros nunca espera ver eso en una cancha de fútbol, en un partido cualquiera. De hecho, los clásicos siempre se juegan a mayor intensidad que cualquier otro partido. Muchos de los jugadores se dejan llevar por la ira y cometen faltas que les pueda costar la expulsión, pero todo eso está dentro de los parámetros de lo que el partido y el ambiente indica.
El 21 de mayo de 1994, Universitario de Deportes y Alianza Lima chocaron frente a frente en Matute. El partido iba yendo con normalidad. Alianza comenzó ganando con un gol de José Soto. cuando de pronto, Jorge Amado Nunes tuvo un pequeño enfrentamiento con Paulo Hinostroza en donde Nunes lo termina empujando. Al ver el empujón, Juan Carlos Kopriva fue a encarar a Nunes. Kopriva aprovechó la cercanía del árbtiro para comenzar a provocar más a Nunes y este reaccione mal y pueda ser expulsado. Nadie sabe con exactitud qué fue lo que le dijo Kopriva, pero este terminó en el piso tras un fuerte puñetazo de Nunes. Simplemente, le reventó la cara y lo durmió.
Existen muchísimos casos en el fútbol peruanos donde han sucedido cosas similares. Sin duda alguna, éste es un de los casos que más se recordarán ya que se trató de un clásico y los clásicos de este tipo nunca se olvidan. Kopriva, ¿para qué te traje?
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